Una
fuente de sonido produce ondas de sonido que alternativamente comprimen y
expanden el aire entre ella y el oyente. Esta compresión causa fluctuaciones de
la presión por encima y por debajo de la presión atmosférica normal.
El oído es
un transductor muy sensible que
responde a estas variaciones de presión por medio de una serie de procesos
relacionados que tienen lugar en los órganos auditivos que forman el oído.
Cuando llega al oyente, las ondas de presión del sonido son recogidos en el canal auditivo por medio de la oreja y
entonces son dirigidas al tímpano.
Las ondas sonoras se transforman entonces en vibraciones mecánicas y se
transfieren al oído interno por medio de tres huesos; martillo, yunque y estribo. Estos huesos funcionan como un
amplificador (amplificando las vibraciones dadas por el tímpano) y como un dispositivo limitador (reduciendo el
nivel de los sonidos demasiado altos, tales como un trueno o las explosiones de
los fuegos artificiales). Las vibraciones se aplican entonces al oído interno,
que es un órgano tubular que está enroscado en forma de caracol y que contiene
dos cámaras llenas de fluido. En estas cámaras hay pequeños pelos recetores alineados en fila a lo
largo del oído interno. Las vibraciones se transmiten a los pelillos, que
responden a ciertas frecuencias dependiendo de su localización a lo largo del
órgano. La pérdida de audición generalmente ocurre cuando estos pelos resultan
dañados o deteriorados por la edad.
¿Qué es el tinnitus?
El tinnitus, también conocido como acúfeno, es la percepción de sonido que no tiene una fuente externa, por lo que otras personas no pueden escucharlo.
A menudo, el tinnitus se describe como un timbre en los oídos, pero algunas personas también oyen otros tipos de sonidos como un rugido o un zumbido. El tinnitus es frecuente y las encuestas calculan que entre el 10% y el 25% de los adultos lo padecen. Los niños también pueden tener tinnitus. Para niños y adultos, el tinnitus puede mejorar o incluso desaparecer con el tiempo, aunque, en algunos casos, también puede empeorar. Cuando el tinnitus dura tres meses o más, se considera crónico.
Las causas del tinnitus no son claras, pero la mayoría de las personas que lo padecen tienen algún grado de pérdida de audición. El tinnitus rara vez se asocia con un problema médico grave y, por lo general, no es lo suficientemente grave como para interferir con la vida diaria. Sin embargo, algunas personas creen que afecta su estado de ánimo y su capacidad para dormir o concentrarse. En casos graves, el tinnitus puede provocar ansiedad o depresión.
Actualmente, no existe una cura para el tinnitus, pero existen formas de reducir los síntomas. Los enfoques frecuentes incluyen el uso de aparatos de terapia de sonido (incluyendo los audífonos), terapias conductuales y medicamentos.
¿Qué ocasiona la percepción del ruido en los oídos?
Una de las principales teorías es que el tinnitus puede ocurrir cuando hay un daño en el oído interno que cambia la señal que los nervios llevan a las partes del cerebro que procesan el sonido. Una forma de pensar esto es que, si bien puede parecer que el tinnitus ocurre en el oído, los sonidos fantasmas son generados por el cerebro, en un área llamada corteza auditiva.
Otra evidencia muestra que las interacciones anormales entre la corteza auditiva y otros circuitos neuronales pueden tener un papel en el tinnitus. La corteza auditiva se comunica con otras partes del cerebro, como las partes que controlan la atención y las emociones, y los estudios han demostrado que algunas personas con tinnitus tienen cambios en estas regiones cerebrales no auditivas.